miércoles, 17 de agosto de 2011

Recuperando la Forma Presidencial



Salud :::: Especialistas dan consejos para disminuir alguna de las cargas de García.

Regidos a formalismos e ignorando amaneceres que insisten en ser húmedos, la primavera se inició el 23 pasado. Quizás la temporada, o ese ligero sol que ya se deja ver, logren aquello que otoño e invierno no, a pesar de haber sido movidos: y es que pese a paros regionales habidos, y a los que se avecinan este 7 de octubre; sesenta y tres congresistas denunciados ante la Comisión de Ética durante su gobierno, entre otros que deberían hacerlo sudar la gota gorda, la imagen del presidente García continúa creciendo, aunque no su aceptación (19% según última encuesta de la PUCP). El interés en el peso de Alan García no puede ser entendido como superficial, como no lo es ningún problema de salud. Y es que también es asunto nacional.

Pesando Fuerte

Aunque se debe evaluar el peso, talla, Índice de Masa Corporal, porcentaje de grasa, índice de cintura y cadera, además de otros exámenes médicos, para determinar con certeza el estado del paciente, la nutricionista Milagros Agurto presume que García se encuentra en el rango de obesidad leve. “Ocurren muchas cosas para que una persona que tuvo un peso deseable pueda aumentar de peso”, afirma la especialista. “Con la edad, las necesidades energéticas disminuyen y muchas personas, pese a disminuir su actividad, siguen comiendo lo mismo. También influye el tener una vida con mucho estrés, pocas horas de sueño o insomnio, y reuniones donde se sociabiliza con comida, bebidas y postres”, señala, entre otros, Agurto, dando en el clavo de lo que sería una costumbre presidencial de empatar despachos con postres, según CARETAS 1989.

“Muchos de los pacientes con sobrepeso y obesidad no sólo tienen aumento de las grasas en la sangre, ácido úrico, hipertensión y glucosa, sino que pueden cursar con insulinorresistencia y complicaciones como el hígado graso. Si baja de peso rápidamente los triglicéridos aumentarán, y si ha sido sedentario y de pronto hace actividad física, muchos de estos triglicéridos se irán al hígado. En resumen, bajar de peso no es un tema frívolo como lo tratan generalmente”, añade.

Rollo Nacional

“El sobrepeso y la obesidad, al igual que el sedentarismo, han incrementado las tasas de morbimortalidad de enfermedades crónicas no transmisibles, como la hipertensión arterial, diabetes y osteoporosis, e incluso de cáncer: el de mama, de próstata y de colon están relacionados al peso y al tipo de alimentación”, advierte la doctora Martha Villar, del área de Medicina Complementaria de la Gerencia Central de Prestaciones de Salud. Los números corroboran sus palabras: según recientes datos de la Organización Mundial de la Salud, 2.9 millones de personas mueren al año a causa de su sobrepeso, 4.4 millones por colesterol elevado y 7.1 millones como resultado de hipertensión arterial. Es por eso, explica Villar, que se ha creado el programa “Reforma de vida: empresas saludables”. Bajo sus preceptos, la doctora contribuye a los consejos reunidos para García.

“Se trabaja en los tres aspectos importantes del ser humano. Primero, en la Alimentación Celeste: uno de los primeros pasos es aprender a tener un ambiente saludable. Es importante tener plantas cerca, que nos ayudan a limpiar el aire y que nos dan belleza”, explica Villar. “También influye la respiración y la actividad psicofísica: una actividad constante que actúe en la concentración, la respiración y el movimiento”. Luego, dice Villar, viene la Alimentación Terrestre, o aquella que la tierra le proporciona al hombre para su subsistencia. Sobre esta, entran a tallar asuntos como la calidad del alimento, cómo y dónde crece. “Pero además nos lavamos la manos y la boca, pero pocas veces hacemos limpieza del sistema digestivo. Se aconseja que por lo menos un día al mes se consuma sólo fruta y agua, para que el organismo pueda limpiarse. Finalmente, está la Alimentación Humana: si entendemos que todos tenemos un papel importante en la creación, nuestra autoestima va a subir. Aquí entran a tallar ejercicios de meditación y relajación. Sólo así se tendrán valores y mejores relaciones interpersonales”, finaliza.

Acción Presidencial

Sin desestimar el esfuerzo de personal trainers, instructores de pilates y demás, la rutina de ejercicios de un paciente con obesidad y obesidad mórbida debería pasar primero por un consultorio de Medicina del Deporte. En el Perú, sólo hay un puñado de doctores en esta especialidad. Una de ellas es Arlett Huambo, y ella explica que, aunque es un paso que suele dejarse de lado en el camino al buen estado físico, el trabajo entre entrenador y médico debería ser coordinado. “Antes de iniciar el ejercicio debe evaluarse la composición corporal, el componente cardiovascular, la resistencia y la fuerza muscular, y la flexibilidad”, señala Huambo. En el caso de una rutina para García, explica que los riesgos serían que “haga sobreesfuerzos que perjudiquen sus articulaciones y termine lesionándose. También que estos esfuerzos sobrepasen el umbral anaeróbico, ya que con eso básicamente no se baja grasa. Lo que debe hacer es realizar ejercicios que sean de intensidad moderada: que vayan de un 55% a un 80% de la frecuencia cardiaca máxima y de un 40% a 75% del consumo máximo de oxígeno; pero que pueda realizarlos por largos períodos de tiempo. Claro que no se puede pretender que haga desde un inicio sesenta minutos seguidos”.Aunque, una vez más, sería necesario que el mismo AGP estuviera en el consultorio de Huambo para que esta pueda prescribir el ejercicio físico preciso que necesita (“para lo cual lo invito y espero su llamada”, acota la doctora), sí puede aconsejar que García empiece “haciendo bicicleta, pero con el sillín un poco alto para que no malogre sus rodillas. Si la persona es sedentaria o hace poca actividad hay que ver que termine la rutina sin agotarse. En este caso”, concluye la doctora Huambo, “hay qye ver que el paciente tenga mayor energía para cumplir con toda su agenda presidencial”. Que la necesita.


Artículo originalmente publicado en CARETAS 2046.

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